Hoy, en RADIO URJC, te traemos planes para hacer este agosto en Madrid. Si no tienes pensado viajar, no te preocupes: la ciudad está llena de actividades para que disfrutes del verano sin salir de la capital. Y sí, incluso con el calor.
Porque agosto en Madrid puede ser, contra todo pronóstico, un pequeño placer. La ciudad se vacía, el ritmo baja, y en ese silencio raro que deja el tráfico desaparecido, asoman propuestas que permiten vivir la ciudad de otra manera. Más tranquila, más cercana, más auténtica.
Para quienes se quedan, Veranos de la Villa es el gran plan cultural del mes. Hasta el 24 de agosto, distintos espacios de la ciudad acogen espectáculos gratuitos o a precios muy accesibles: música en directo, danza contemporánea, flamenco, circo, cine al aire libre… Este año, muchos de ellos tienen lugar en escenarios tan madrileños como la Plaza Mayor, el parque de la Bombilla o el Centro Cultural Conde Duque. Una forma perfecta de salir a pasear y encontrarse, casi sin buscarlo, con un espectáculo en mitad de la ciudad.
Pero hay más. A las afueras, el programa Escenas de Verano ofrece teatro, conciertos y actividades en pueblos de la Comunidad de Madrid. Es un plan distinto: hacer una pequeña escapada a Canencia, Campo Real o Buitrago del Lozoya, cenar al aire libre y disfrutar después de una función bajo las estrellas. Todo en una misma tarde. Todo sin salir de la región.
Si el cuerpo pide agua, tampoco hace falta playa. Las piscinas naturales como Las Berceas de Cercedilla, el embalse de San Juan o la gran piscina de Riosequillo (en Buitrago) son refugios perfectos. Esta última, una de las más grandes de España, está abierta durante todo agosto de martes a domingo, y es una opción ideal para pasar el día en familia o con amigos rodeado de naturaleza.
Y para quienes prefieren quedarse en la ciudad, hay una rutina de verano que nunca falla: museo con aire acondicionado por la mañana, terraza con vistas al atardecer y cine de verano por la noche. Museos como el Prado o el Reina Sofía, sin colas ni agobios, ofrecen una experiencia completamente distinta en agosto. Por la noche, espacios como la azotea del Círculo de Bellas Artes o el autocine de Chamartín acogen veladas inolvidables.
En resumen: quien se queda en Madrid en agosto descubre otra ciudad. Una más tranquila, más amable, con menos ruido y más autenticidad. Y lo mejor: casi nadie te molesta.