El 20 de enero de 2025, el *Blue Monday*, conocido como el tercer lunes de enero, es considerado por muchos como el día más triste del año. Esta idea fue popularizada en 2005 por un estudio realizado por la agencia de viajes británica Sky Travel, cuando se lo pidieron a Arnall, un profesor a tiempo parcial de la universidad de Cardiff, especializado en psicología. Este aseguró el descubrimiento de la fórmula matemática que determina el día más triste del año, combinando varios factores como el clima frío, la deuda acumulada tras las fiestas navideñas, la baja motivación personal y la distancia respecto a las próximas vacaciones.
En 2025, este fenómeno se produce en un contexto particular. Comenzando el año bajo situaciones muy complejas, como los incendios ocurridos en los Ángeles o el regreso de Trump a la Casa Blanca. Afortunadamente, no todo lo ocurrido hasta ahora es malo, ya que, hace tan solo unos días se dio el alto al fuego en Gaza y hoy han comenzando a llegar miles de camiones con ayuda humanitaria.
Otro gran factor que nos va a condicionar a lo largo del año, son los avances tecnológicos y la conexión constante a las redes sociales, algo que produce en cierta parte tristeza, debida a que, pueden generar comparaciones que afecten el bienestar emocional, contribuyendo a la sensación de insatisfacción.
Sin embargo, es importante recordar que, aunque el *Blue Monday* puede ser un día que refleje una tendencia general de desánimo, no es necesariamente un día más triste que otros. De hecho, es una oportunidad para reflexionar sobre cómo cuidar nuestra salud mental y emocional.
En lugar de ver el *Blue Monday* como una fecha de desesperanza, podemos aprovecharla para promover una mayor conciencia sobre la salud mental y recordar que, aunque el invierno pueda parecer largo y pesado, siempre hay oportunidades para encontrar momentos de bienestar y conexión con los demás.