Cada 13 de julio, los amantes del rock de todo el mundo celebran el Día Internacional del Rock, una fecha que rinde homenaje a este género musical influyente y sus impactantes contribuciones a la cultura y la sociedad. Esta celebración se remonta al 13 de julio de 1985, cuando se llevó a cabo el icónico concierto Live Aid, un evento benéfico global que marcó un hito en la historia de la música.
El Live Aid fue organizado por el músico y activista Bob Geldof y el cantante Midge Ure, con el objetivo de recaudar fondos para combatir la hambruna en Etiopía. Este concierto simultáneo se llevó a cabo en el estadio Wembley de Londres y en el estadio John F. Kennedy de Filadelfia, y contó con la participación de legendarias bandas y artistas como Queen, U2, David Bowie, The Who, Led Zeppelin, y muchos más. La magnitud del evento y su impacto en la concienciación global solidificaron el 13 de julio como una fecha emblemática para el rock.
El rock, surgido en la década de 1950, ha evolucionado a través de diversas etapas y subgéneros, desde el rock and roll inicial de Chuck Berry y Elvis Presley, hasta el rock psicodélico de los 60, el hard rock y el heavy metal de los 70 y 80, y el grunge de los 90. Este género no solo ha sido una forma de expresión artística, sino también un vehículo de cambio social y político. Canciones de protesta, himnos de libertad y mensajes de amor y unidad han resonado a lo largo de las décadas, convirtiendo al rock en un reflejo de la sociedad y sus luchas. En la actualidad este día se conmemora a través de festivales y celebraciones que homenajean a las grandes bandas y cantantes que han marcado el género.
El rock ha dejado una huella indeleble en la cultura popular. Ha influido en la moda, el arte, el cine y la literatura, y ha dado lugar a movimientos juveniles que han desafiado el status quo. Bandas como The Beatles, The Rolling Stones, Nirvana y muchas otras han trascendido generaciones, dejando un legado que sigue vivo en la actualidad.
En conclusión, el Día Internacional del Rock no solo celebra la música, sino también el espíritu rebelde y transformador que ha caracterizado al género desde sus inicios. Es un día para rendir homenaje a los artistas que han marcado la historia y para reconocer el poder del rock como una fuerza unificadora y revolucionaria.